Un terrible dragón, una bella princesa y un valiente caballero, San Jordi, son los tres protagonistas de esta leyenda, que se ha convertido en una de las más populares tradiciones de Cataluña.
Cada 23 de abril, desde hace más de quinientos años, los catalanes celebran el día de su patrón saliendo a las calles, donde se han puesto numerosas paradas de rosas y libros.
Se dice que cuando Sant Jordi mató al dragón que estaba a punto de comerse a la indefensa princesa, de la sangre que brotó de la herida mortal nació una hermosa rosa de un intenso color rojo, que regaló a la dama como muestra de su amor. En honor a este gesto, es costumbre que los hombres obsequien a su pareja con una rosa como la que el caballero brindó a la princesa.
La devoción a Sant Jordi se ha convertido en uno de los signos más importantes de la identidad catalana y, a pesar de no ser día festivo, es una de las fiestas más celebradas del calendario.
El placer de leer
Si la rosa es protagonista indiscutible en esta diada, también lo es el libro, con el que las mujeres corresponden al detalle de la flor. Y es que el 23 de abril también es una fecha importante para la literatura. En un día como éste de 1616 murieron dos grandes genios de la literatura universal: el dramaturgo inglés William Shakespeare y el creador de El Quijote, el español Miguel de Cervantes. El
mundo de la creación literaria y de la edición conmemora en este día la muerte de los dos escritores, haciendo que su recuerdo sirva para hacer un reconocimiento al libro y a la lectura.
El paseo de Gracia y la popular Rambla son dos de los lugares más concurridos, pero muchas otras calles, plazas y librerías también suelen estar animados durante todo el día. Los barceloneses rompen la rutina diaria con un paseo para comprar una rosa y un libro porque la tradición sigue viva y todo el mundo se esfuerza por mantenerla. La oferta de Sant Jordi incluye desde biografías hasta manuales de cocina, por lo que nadie tiene excusa para quedarse sin libro.
Día mundial del libro
Cataluña no es el único lugar del mundo que celebra el día del libro. Esta fiesta, admirada por todo aquel que tiene la suerte de vivirla, ha traspasado las fronteras catalanas y actualmente goza de una importante proyección internacional. En Japón, por ejemplo, ya hace once años que celebran el día de Sant Jordi, y la Unesco escogió el 23 de abril para declararlo Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Autógrafos y firmas
Durante esta jornada, los amantes de la lectura encuentran en Barcelona el paraíso. No sólo por el placer que representa pasear por la ciudad rodeados de novela, poesía y teatro, sino también porque tienen la oportunidad de conocer a algunos de sus autores preferidos. Es costumbre que en este día, en diversos puntos de venta de libros de la ciudad, numerosos escritores firmen sus obras durante unas horas. Cientos de dedicatorias salen de sus plumas, dejando satisfechos a todos los que, pacientemente, hacen
cola para conseguir un autógrafo.
Uno de los mejores recuerdos que el visitante puede llevarse de Barcelona es, sin lugar a dudas, un buen libro sobre la ciudad. De esta manera, siempre que se quiera se puede volver a visitar a través de la lectura y de la contemplación de las fotografías. Se ha publicado mucho sobre la Ciudad Condal y en las librerías existe una gran variedad de publicaciones. Durante este día, además, los libros se pueden comprar un 10% más barato.